martes, 16 de marzo de 2010

HUMILDAD

Es difícil aceptar la DERROTA; reconocer que las cosas no salieron como las pensamos, como las planeamos o como las soñamos nos producen dolor, amargura, frustración, resentimiento, etc, y en este puntos necesitamos trabajar LA HUMILDAD, comprender que YO NO PUEDO PERO DIOS SI.


La siguiente reflexión del libro VALOR PARA CAMBIAR nos ayuda en este aspecto


31 de Enero


La Página del día

Después de aplicar celosamente los Doce Pasos de Al-Anon durante un año, me sentía desalentado por mis continuas recaídas en la autocompasión y el resentimiento, provocados por la incapacidad de la alcohólica de darme el apoyo emocional que yo quería. Una noche, mientras meditaba sobre el Sexto y Séptimo Paso, tres palabras parecieron brillar en mi mente: Estuvimos enteramente dispuestos a que Dios eliminase todos estos defectos de carácter y humildemente pedimos a Dios que nos librase de nuestras culpas.

De pronto me di cuenta de que gran parte de mi celosa aplicación del programa ha sido el ejercicio de mi propio poder limitado. Con una nueva y sincera humildad le pedí a Dios que me librase de mis culpas. Cuando vi a la alcohólica la mañana siguiente fue como si se hubiese quitado un velo de mis ojos. La vi sufrir, luchando para estar sobria, y tuve compasión también por mi propia lucha. Mi autocompasión y resentimiento habían desaparecido.

Recordatorio para hoy

Quiero estar preparado para librarme de mis culpas y haré lo que pueda para prepararme. Puedo tomar conciencia de mí mismo sin enjuiciarme, aceptar lo que descubro y estar enteramente dispuesto a cambiar. Pero carezco del poder de curarme. Sólo mi Poder Superior puede hacerlo.

Acepto el hecho de que necesito ayuda para recobrar mi sano juicio y que no puedo lograrlo sin ayuda.

No hay comentarios:

Publicar un comentario